Este es un libro que hace tiempo que tengo viajando, porque ya lo he prestado unas cuantas veces. Si bien es cierto que no ha gustado a alguna de mis amistades, a mi fue una lectura que me cautivó por su originalidad y su sensibilidad. Lo leí hace ya unos cuantos años y me he propuesto releerlo. A veces una misma lectura te provoca distintas emociones en función del momento vital por el que estés atravesando, así que tengo interés por saber si ahora, pasado el tiempo, sigue gustándome con la misma intensidad.
Como puedes leer en la contraportada, la historia ocurre en el interior de una comunidad de clase alta en París, un edificio en el que hay la figura de la portera en la planta baja. Las protagonistas principales dos mujeres, una niña de familia bien, y la portera, una persona que encierra muchas sorpresas.
Recuerdo que el libro desprende mucha ternura y lo pasé muy bien leyéndolo. Por eso ayer decidí ponerlo a viajar. Acababan de devolvérmelo y lo ofrecí a una buena amiga para que a través de ella La elegancia del erizo siga viajando, esta vez, de la mano de llibresenmoviment.blogspot.com.
Me apetece que esta joyita vuele por esos mundos llenos de ávidos lectores en busca de historias llenas de vida y emociones. Y espero que cada uno de vosotros lo disfrutéis tanto como lo hice yo en su día.
Un abrazo a ti y a Muriel Barbery, que de forma indirecta hizo que hoy estés leyendo esta entrada y formes ya parte de la historia de este blog. Si te apetece estaré encantada de que dejes tu comentario.
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